Límites

Como primer proyecto de performance fue establecido el concepto del límite.
Limitaciones hay muchas, son infinitas, siempre están presentes, y son una necesidad.
El límite que desee abordar fue el del táctil, el cuerpo como nuestra principal herramienta, la piel siendo el órgano expuesto y sensible. Para poder plantearlo decidí desarrollar un vestuario que encerrara, casi encapsulara con rigidez, a diferencia de la ropa que protege de manera noble el cuerpo, decidí tomar el plástico poliburbuja, el que es empleado para proteger los objetos de transporte, el plástico es el material versátil por experiencia como medio protector en la mayoría de las acciones que tomamos.
La experiencia forzó a mi actuar de manera limitada, incómoda, de breve movimiento, con las manos en plástico dificultaba la operación cotidiana.
Visualmente desarrolló una curiosidad y extrañeza de las personas, mi presencia y mi acto en sí transformó el ambiente fuera de lo cotidiano en algo de novedad, expresado con simpatía, burla, la delgada capa de aire que limitaba físicamente parecía trascender en los propios límites morales de la curiosidad que atraía y a su vez apartaba y mantenía esta distancia entre los espectadores y yo, que pretendían ignorarlo distrayéndose con otras cosas pero continuaban observando y comentando.
Por momentos me acostumbré al límite que me llevó a olvidarlo, pero la tensión generada en la atención del espectador volvía a limitarme.
Fue una muy buena experiencia y me parece que el performance mismo cumplió sus objetivos e introdujo en mi reflexión otros aspectos que se detonaron en el momento.